jueves, 22 de julio de 2010

Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir.


Gregorio Marañon (1887-1960) Médico y escritor español.

‎"Recuerda lo que dijo no sé quién: En Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras matanzas, asesinatos... Pero también Miguel Ángel, Leonardo y El Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!"

Harry Lime ...(Orson Welles) a Holly Martins (Joseph Cotten) en "El tercer hombre" (Carol Reed, 1949)

miércoles, 14 de julio de 2010

oh!

Como hemos comentado anteriormente, la probabilidad mide la mayor o menor posibilidad de que se dé un determinado resultado (suceso) cuando se realiza un experimento aleatorio.
Siendo el suceso un resultado 'A', y el experimento aleatorio un conjunto 'B'que engloba una serie de 3 acontecimientos X,Y,Z, y sabiendo que la probabilidad toma valores entre 0 y 1:

a) Utiliza la regla de Laplace para demostrar la probabilidad.
Dicha regla define la probabilidad de un suceso como el cociente entre casos favorables y casos posibles.
P(A) = Casos favorables / casos posibles
Probabilidad de que mis padres se vayan de vacaciones y no me dejen absolutamente nada de comer, habiendome despertado a las 14.00 pm(suceso X) :
El caso favorable es uno, mientras que los posibles son dos: que se ponga malo mi novio el dia antes de irnos de vacaciones(suceso Y) o que nadie pueda llevarte al examen teórico del carnet y encima (parte del mismo posible probabilístico) haya huelga de metro(suceso Z).Por lo tanto:
P(A)= 1/3= 33% de probabilidades de que me sucediera, al menos, una de estas desgracias.

jueves, 8 de julio de 2010


"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo."


Oscar Wilde

miércoles, 7 de julio de 2010

Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes de que se encendiera la señal roja. En el indicador del paso de peatones apareció la silueta del hombre verde. La gente empezó a cruzar la calle pisando las franjas blancas pintadas en la capa negra del asfalto, nada hay que se parezca menos a la cebra, pero así llaman a este paso. Los conductores, impacientes, con el pie en el pedal del embrague, mantenían los coches en tensión, avanzando, retrocediendo, como caballos nerviosos que vieran la fusta alzada en el aire. Habían terminado ya de pasar los peatones, pero la luz verde que daba paso libre a los automóviles tardó aún unos segundos en alumbrarse. Hay quien sostiene que esta tardanza, aparentemente insignificante, multiplicada por los miles de semáforos existentes en la ciudad y por los cambios sucesivos de los tres colores de cada uno, es una de las causas de los atascos de circulación, o embotellamientos, si queremos utilizar la expresión común. Al fin se encendió la señal verde y los coches arrancaron bruscamente, pero enseguida se advirtió que no todos habían arrancado. El primero de la fila de en medio está parado, tendrá un problema mecánico, se le habrá soltado el cable del acelerador, o se le agarrotó la palanca de la caja de velocidades, o una avería en el sistema hidráulico, un bloqueo de frenos, un fallo en el circuito eléctrico, a no ser que, simplemente, se haya quedado sin gasolina, no sería la primera vez que esto ocurre. El nuevo grupo de peatones que se está formando en las aceras ve al conductor inmovilizado braceando tras el parabrisas mientras los de los coches de atrás tocan frenéticos el claxon. Algunos conductores han saltado ya a la calzada, dispuestos a empujar al automóvil averiado hacia donde no moleste. Golpean impacientemente los cristales cerrados. El hombre que está dentro vuelve hacia ellos la cabeza, hacia un lado, hacia el otro, se ve que grita algo, por los movimientos de la boca se nota que repite una palabra, una no, dos, así es realmente, como sabremos cuando alguien, al fin, logre abrir una puerta, Estoy ciego.

lunes, 5 de julio de 2010

Antes de que pasen muchas generaciones, nuestras máquinas serán alimentadas por una potencia obtenible en cualquier punto del universo. Esta idea no es nueva… La encontramos en el delicioso mito de Anteo [N.d.E.: El gigante al que Hércules derrota alejándolo de la Tierra en la Mitología Griega], quien se nutre de poder desde la tierra; la encontramos entre las sutiles especulaciones de uno de sus espléndidos matemáticos… A lo largo del universo hay energía: ¿es esta estática o cinética? En el primer caso nuestras esperanzas son vanas, en el segundo –y esto lo sabemos con certeza- entonces no es más que cuestión de tiempo para que los hombres tengan éxito en sincronizar su maquinaria con los engranajes mismos de la naturaleza.




Estoy en el mundo real de la gente común, viviendo sus incoloras y ordinarias vidas

viernes, 2 de julio de 2010

Himno

Por lejos que te encuentres, tus rayos siempre están sobre la tierra;
Aunque se te vea, tus pasos se desconocen.
Cuando te ocultas por el horizonte occidental,
La Tierra se oscurece como si llegara la muerte.
Se duerme en los aposentos, con las cabezas cubiertas,
y lo que un ojo hace no lo ve el otro.
Aunque fueran robados sus bienes,
Que están bajo sus cabezas,
Los hombres no se percatarían.
Todos los leones salen de su guarida,
todas las serpientes muerden,
La oscuridad llega, la Tierra reposa en silencio,
Cuando su Creador descansa en el horizonte.[...]

Gran Himno a Amón-Ra
Papiro Boulaq 17

jueves, 1 de julio de 2010

metafísica

No se puede saber, y es imposible conocer, antes de llegar a lo que es simple, a lo que es indivisible. Porque ¿cómo pensar en esta infinidad de seres de que se nos habla? Aquí no sucede lo que con la línea, cuyas divisiones no acaban; el pensamiento tiene necesidad de puntos de parada. Y así, si recorréis esta línea que se divide hasta el infinito, no podéis contar todas las divisiones. Añádase a esto, que sólo concebimos la materia en un objeto en movimiento. Mas ninguno de estos objetos está señalado con el carácter del infinito. Si estos objetos son realmente infinitos, el carácter propio del infinito no es el infinito

Nosotros creemos saber cuando conocemos las causas; y no es posible que en un tiempo finito podamos recorrer una serie infinita.