miércoles, 30 de diciembre de 2009


¿Qué es bueno? - Todo lo que eleva el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo en el hombre.

¿Qué es malo? - Todo lo que procede de la debilidad.

¿Qué es felicidad? - El sentimiento de que el poder crece, de que una resistencia queda superada.

No apaciguamiento, sino más poder; no paz ante todo, sino guerra; no virtud, sino vigor (virtud al estilo del Renacimiento, virtù, virtud sin moralina).

Los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudarlos a perecer.

¿Qué es más dañoso que cualquier vicio? - La compasión activa con todos los malogrados y débiles - el cristianismo...

[...]No que reemplazará a la humanidad en la serie de los seres es el problema que yo planteo con esto (- el hombre es un final -); sino que tipo de hombre se debe criar, se debe querer, como tipo más valioso, más digno de vivir, más seguro de futuro. Ese tipo más valioso ha existido ya con bastante frecuencia: pero como caso afortunado, como excepción nunca como algo querido. Antes bien, justo él ha sido lo más temido, él fue hasta ahora casi lo temible; - y por temor se quiso, se crió, se alcanzó el tipo opuesto; el animal doméstico, el animal de rebaño, el animal enfermo hombre, - el cristiano... [...]La humanidad no representa una evolución hacia algo mejor, o más fuerte, o más alto, al modo como hoy se cree eso. El ''progreso'' es meramente una idea moderna, es decir, una idea falsa. El europeo de hoy sigue estando, en su valor, profundamente por debajo del europeo del Renacimiento; una evolución posterior no es sin más, por una necesidad cualquiera, una elevación, una intensificación, un fortalecimiento.

Al cristianismo no se le debe adornar ni engalanar: él ha hecho una guerra a muerte a ese tipo superior de hombre, él ha proscrito todos los instintos fundamentales de ese tipo, él ha extraído de esos instintos por destilación, el mal, el hombre malvado, - el hombre fuerte considerado como hombre típicamente reprobable, como ''hombre réprobo''. El cristianismo ha tomado, partido por todo lo débil, bajo malogrado, ha hecho un ideal de la contradicción a los instintos de conservación de la vida fuerte; ha corrompido la razón incluso de las naturalezas dotadas de máxima fortaleza espiritual al enseñar a sentir como pecaminosos, como descarriadores, como tentaciones, los valores supremos de la espiritualidad. ¡El ejemplo más deplorable - la corrupción de Pascal, el cual creía en la corrupción de su razón por el pecado original, siendo así que sólo estaba corrompida por su cristianismo! -


FRIEDRICH NIEZTSCHE

sábado, 26 de diciembre de 2009

Pereza


La pereza es la falta de estímulo, de deseo, de voluntad para atender a lo necesario e incluso para realizar actividades creativas o de cualquier índole. Es una congelación de la voluntad, el abandono de nuestra condición de seres activos y emprendedores. Un viejo cuento narra cómo un padre luchaba contra la pereza de su hijo pequeño que no quería nunca madrugar. Un día llegó muy temprano por la mañana, lo despertó, el chico estaba tapado en la cama, y le dijo: "Mira, por haberme levantado temprano he encontrado esta cartera llena de dinero en el camino. El chico tapándose le contestó "más madrugó el que la perdió". La pereza siempre encuentra excusas.


Es perezoso quien renuncia a sus deberes con la sociedad, con la ciudadanía, quien abandona su propia formación cultural. La persona que nunca tiene tiempo para leer un libro, para ver una película, para escuchar un concierto, para prestar atención a una puesta de sol. Aquel que tiene pereza de convertirse en más humano.
[...]
En la Antigüedad, lo que se oponía a la pereza era la actividad, no el trabajo. Para un griego el trabajo era cosa de esclavos. Pero nunca hubiese dicho que era mejor la inactividad. Aristóteles se hubiera horrorizado de saber que tendría que trabajar, pero también se hubiese escandalizado de saber que la pereza le impediría ponerse a pensar.
[...]
El antídoto contra la pereza es la voluntad y muchas veces la conciencia de la necesidad.


FERNANDO SAVATER

viernes, 25 de diciembre de 2009

Lucía


Vuela esta canción, para tí, Lucía,
la más bella historia de amor
que tuve y tendré.
Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintada en mi voz
a ninguna parte,
a ningún buzón.

No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido.
Nada más amado
que lo que perdí.
Perdóname si
hoy busco en la arena
una luna llena
que arañaba el mar...

Si alguna vez fui ave de paso,
lo olvidé para andar en tus brazos.
Si alguna vez fui bello y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.
Si alguna vez fui sabio en amores,
lo aprendí de labios cantores.
Si alguna vez amé.
Si algún día
después de amar, amé,
fue por tu amor, Lucía.

Tus recuerdos son
cada día más dulces.
El solvido sólo
se llevó la mitad
y tu sombra aún
se mete en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad.

JOAN MANUEL SERRAT

martes, 22 de diciembre de 2009

Hablar sin saber...


Admiróse un Portugués de ver que en su tierna infancia todos los niños en Francia supiesen hablar Francés ''Arte diabólica es'', dijo, torciendo el mostacho ''que para hablar en gabacho un hidalgo en Portugal llega a viejo y lo habla mal y aquí lo parla un muchacho''.
NICOLÁS FERNÁNDEZ MORATÍN

lunes, 21 de diciembre de 2009

Amor, amar


¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;

salí tras ti, clamando,
y eras ido.


Pastores, los que fuerdes
allá,
por las majadas, al otero,

si por ventura vierdes aquél que yo más quiero,
decidle que adolezco,
peno y muero.


Buscando mis amores,

iré por esos montes y riberas;

ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras, y
pasaré los fuertes y fronteras.

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[...]
SAN JUAN DE LA CRUZ

domingo, 20 de diciembre de 2009

HUMORISMO + METÁFORA = GREGUERÍA


Las gaviotas nacieron de los pañuelos que dicen adiós en los puertos.
El agua gaseosa tiene gusto a pie dormido.
Como daba besos lentos, duraban más sus amores.
El gato mira la tertulia como si le diese sueño la conversación.
Los presos a través de la reja ven la libertad a la parrilla.
Las acelgas saben a consejo del médico.
El que despierta de la siesta al atardecer, nota que le han robado el día miesntras dormía.
Lo que da más grima al cuchillo es partir un limón.
De los tres que entran en unr estaurante, el que se quda con la chapa del guardarropa es el que no va a pagar la cena.
Los pasodobles deberían tener dos autores.
La merluza es un pescado hecho de rodajas.
La bata de baño hace frailes a las mujeres pero enseguida cuelgan los hábitos.
Lo malo del deseoes que vuelve sin avisar.
A los claveles les sobra estatura.
Cuando, asomados a la ventanilla, echa a andar el tren, robamos adioses que eran para otros.
La miel es un robo.
El electricista se siente cuñado de la electricidad.
La ''q'' es la ''p'' que vuelve de paseo.
Los termómetros mueren jóvenes.
Grajo: palabrota con alas.

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

En este país


Hay en el lenguaje vulgar frases afortunadas que nacen en buena hora y que se derraman por toda una nación, así como se propagan hasta los términos de un estanque las ondas producidas por la caída de una piedra en medio del agua [...]. Cae una palabra de los labios de un perorador en un pequeño círculo, y un gran pueblo, ansioso de palabras, la recoge, la pasa de boca en boca, y con la rapidez del golpe eléctrico en crecido número de máquinas vivientes la repite y la consagra, las más veces sin entenderla, y siempre sin calcular que una palabra sola es, a veces, palabra suficiente a levantar la muchedumbre, inflamar los ánimos y causar en las cosas una revolución.

MARIANO JOSÉ DE LARRA