domingo, 11 de abril de 2010

Evolución

En 1950, Stanley Miller realizó un experimento en el que él simuló el ambiente de la Tierra primitiva. Miller hizo circular metano y amoniaco dentro de un contenedor de vidrio con agua caliente y con una atmósfera simulada. Entonces agregó una descarga eléctrica. En 24 horas, cerca del 50% del carbono del metano había formado aminoácidos (componentes principales de las proteínas) y otras moléculas orgánicas. Este experimento ha sido repetido por muchos investigadores y los resultados cada vez son más sorprendentes. Se ha encontrado que casi cualquier fuente de energía (electricidad, polvo volcánico caliente, luz, radiación ultravioleta) ha podido convertir las moléculas primitivas en una variedad enorme de compuestos orgánicos complejos.

En 1988, Sidney W. Fox et al, de la Universidad de Miami, realizaron un experimento que simulaba las condiciones primitivas de la Tierra y obtuvieron la síntesis de microesferas de proteínas, con la habilidad de crecer, reproducirse y realizar algunos procesos químicos característicos de las células vivas.

En el agua tibia de los océanos habían compuestos orgánicos disueltos, formando una "sopa nutritiva". Al principio, se sintetizaron muchas moléculas orgánicas complejas, entre ellas las proteínas, los ácidos nucleicos, los lípidos y los carbohidratos. Entonces las moléculas prebióticas originaron coacervados.

La vida es una posibilidad energética en todo el Universo.



(Yo ya no quiero evolucionar más)

jueves, 8 de abril de 2010

La revolución de las ideas

Para Comte, el progreso social significa el desarrollo del orden y del control en la sociedad. En sus planteamientos tiene más de Sumo Sacerdote ( e incluso de Gran Inquisidor) que de sabio. Por ejemplo, sostiene que deben ser proscritas todas aquellas formas de investigación científica que no contribuyen de forma inmediata y verificable al bienestar social por ser demasiado especulativas (si se le hubiera hecho caso, se habría acabado toda la ciencia moderna: ¡adiós a la teoría de la relatividad o la física cuántica!). La moral se resume en el precepto: ''vivir para los demás''. Los filósofos positivistas deberían ser los rectores absolutos de un nuevo orden social, la sociocracia, en el cual, como intérpretes de la Humanidad, tendrían derecho a dictar leyes indiscutibles a los individuos para imponer el orden conveniente a la mayoría. Un nuevo catecismo positivista debe enseñar a los ciudadnos sus obligaciones; un nuevo calendario promocionará como santos de cada día científicos, héroes y políticos, mientras que se adorará colectaviamente al Gran Ser -la Humanidad- así como al Gran Fetiche (el mundo) y al Gran Medio (el espacio, que también sería expresión de nuestra gran fatalidad).
Bueno, en cierta época de su vida, Auguste Comte pasó una temporada en el manicomio, pero viendo algunas de sus propuestas sociales podróa pensarse que salió demasiado pronto...





¿Quién es más cuerdo, quien cree razonar los hechos o quien teoriza con ellos?
La locura es tan indefinible como pueda ser lo bueno, lo bonito o lo malvado...

miércoles, 7 de abril de 2010

¡Hágase la luz!

En todas las épocas hay personas que deciden aceptar y respetar la interpretación del mundo que les ofrecen los demás, o sea, sus padres, los antepasados, los sacerdotes, los profesores o las autoridades que gobiernan. Podemos llamarles en sentido amplio ''creyentes'', porque se creen lo que les enseñan esos venerables maestros sociales. Su comportamiento es semejante al de los niños, dado que mientras somos pequeños no tenemos más remedio que creer lo que nos cuentan los adultos para ir aprendiendo poco a poco cosas del mundo. Mientras fuimos niños, todos éramos creyentes, qué remedio. Podemos decir que quieres siguen siendo ''creyentes'' cuando crecen es porque eligen en cierta medida ser niños toda la vida... Resulta más cómodo, más tranquilizador, se busca uno menos problemas...
Otras personas, en cambio, dejan de ser creyentes en cuanto se van haciendo mayores. Deciden pensar por sí mismas y poner en cuestión lo que les han lo que les han enseñado en lugar de creérselo a pies juntillas. Estudian la realidad, atienden a lo que les demuestra su experiencia, contrastan opiniones distintas y aun opuestas a lo que predicaron sus mayores, etcétera. Y sobre todo, se fían más de sus razonamientos que de las lecciones recibidas, por muy venerables que sean. Algunas veces, después de todo, llegan a la misma conclusión que les habían enseñado sus mayores, pero ya no la aceptan porque viene de la temida autoridad, sino porque ellos han sido capaces de pensarla como verdadera. En otros muchos casos, en cambio, descubren que las viejas creencias eran falsas y que hay que sustituirlas por otras mejor fundadas, o al menos plantear dudas razonables. Esto suele traerles problemas, porque los creyentes les llamarán ''herejes'', ''impíos'', ''subersivos'' y no sé cuántas cosas más.
Yo les llamaria simplemente ''pensantes''.

martes, 6 de abril de 2010

-Empiezo a pensar que esto de la filosofia siempre ha sido un deporte de riesgo.
-Lo dices por Giordano Bruno, ¿no?
-Por Sócrates, por Tomás Moro... y no sé cuántos más. Al que no lo matan, lo encarcelan lo destierran. ¡Menudo premio por atreverse a pensar!
-¡Brrr, eso de que le quemen a uno vivo debe de ser de lo mas desagradable!Yo, desde luego, me hubiera arrpentido , pediría perdón, lo que fuese con tal de escapar de la hoguera. ¡Jo, vaya palo!
-Menudo héroe estás hecho...
-¿Qué pasa? Soy de la escuela de Erasmo. Si alguien peinsa bien y dice lo que hay que decir, resulta más útil vivo que mártir. Ser prudente nunca le sienta mal a nadie...
-¿Y cuando no es posible... o decente callarse lo que uno piensa?
-¡Oye, guapa, no me agobies! Viva Erasmo y a vivir, como Erasmo: ése es mi nuevo lema. Pero...¿por qué habrá tanta persecuación contra quien piensa a su manera?
-Supongo que es porque les tienen miedo
-¿Miedo? Que yo sepa, ni Sócrates ni Giordano Bruno pretendieron nunca matar a quienes le llevaban la contraria.
-No me refiero a esa clase de miedo. Lo que pasa es que hay gente que se asusta cuando se ve obligada a dudar de lo que antes creía y empezar a pensar por su cuenta.
-Pues que sigan creyendo en lo que les de la gana sin meterse con los demás
-No es tan fácil. Esa gente necesita que todo el mundo piense igual que ellos para sentirse seguros. Cuando alguien disiente con una idea propia y sabe argumentarla... bueno, entonces se preguntan sin remedio :''Si éste piensa así, ¿por qué creo yo lo que creo?'' Y eso les pone muy nerviosos... y agresivos.
-Pero no hay otra manera de que vayan apareciendo ideas nuevas en el mundo... Es el único modo de que acanvemos, ¿no?
-Bueno, menos mal que ahora ya no quemamos a nadie por sus ideas, aunque sean diferentes a las de la mayoría
-No sé... ¿estás seguro? Hay muchas formas de silenciar al que razona a contracorriente.




LA BATALLA DE LAS IDEAS SE LIBRA ENTRE 'CREYENTES' Y 'PENSANTES'