miércoles, 20 de octubre de 2010

...

He aprendido a conocer a la gente y a tratarla. A no depender de ella, y a descubrir aquello más profundo que mueve sus vidas en relación con los demás. Y por eso he sabido que no hay nadie más igual a mí.
Hoy sé que hay que compartir lo justo, y sin embargo, parecer entregarlo todo. Es importante crear una imagen al resto, para evitar que se propasen o que se tomen la libertad de adentrarse allí donde las cosas no se pueden compartir con cualquiera. Esas cosas que nunca importan. He comprendido lo importante que es estar solo, y lo necesario que se vuelve a veces. Sobretodo cuando nadie para estar a la altura...


...y suele ser a menudo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario