domingo, 4 de septiembre de 2011

Estamos todos locos. Nada es lo suficientemente importante como para hacernos levantar las orejas, cual atento predador antes de ser predado.
Pusieron mil nombres en la historia, solamente para confundirnos. Así, han creado este estado de división: odias o amas, sin saber muy bien cuándo llegaste a la conclusión.
Recuerda: Sólo para confundir.
''Si a cada pueblo le cuentan una versión, se aseguran discrepancias para las próximas décadas''. Es algo que llevan sabiendo toda nuestra mísera historia. ¿Para qué? Para que haya más temario y más definiciones mañana que estudiar, más dudas, más inseguridad, más miedo y más noticias mentirosas, masivas, voluptuosas y sin contrastar que dar en cada medio. Para que sientas lo bueno y lo malo, en dependencia de tu origen y tu cultura, para que te vincules o para que odies. Para que te dejes dividir... siendo en verdad la misma mano la que muerdes y la que te da de comer.

En realidad lo que propongo es sumamente simple al lado de este barullo, esta gresca, este desorden... es únicamente una historia la que quiero contar, ¿querrán escucharla? Quizá aún estemos a tiempo, sólo quizá. Y es que esto es una quimera, algo que sé y que me enfada cada día más y más, por ese mismo hecho. Y a pesar de ello, tienes que querer saberlo. Tienes que ansiar conocer lo que pasa, y tu primer secreto será saber que nadie más se da cuenta. Porque la gente que redacta las cosas, nisiquiera lee lo que escribe. Porque las noticias relevantes son tan pequeñas y son difundidas tan mínimanente, que pueden ser pisoteadas por cualquier otro medio en 'posesión de la verdad'. Es decir, con poder, dinero y publicidad. Y eso es lo que le da fervor, importancia, veracidad y peso a la noticia. Sólo tienen que desmentir, criticar o repetir porfiadamente aquello que promulgan como cierto, y, curiosamente, mañana lo puede dejar de ser, nunca ha tenido nada que ver; sólo tiene que salir cualquier científico desdiciendo o demostrando dudosamente; diciendo que quien fue diablo, es ahora santo...
Todo demuestra que con nosotros o sin nosotros, da igual. Pasan por encima, pasan por debajo. Y tú, no sabes ni dónde están, no sabes quién son, ni por qué lo hacen. Sin embargo, ellos sí saben quién eres tú, y saben cómo vives, qué rutinas sigues y lo que haces, lo que comes... están en ventaja sobre tí.

Creo que esto tiene que tener un fin, algun término que le dé sentido a esta realidad. Negarse a verlo es un acto de despreocupación humana, social e individual.
De momento, se me sigue escapando y no puedo responder al por qué, pero sí tengo el cómo. Y no es porque no quiera saberlo, ni me moleste en discurrir, ya que me tomo mi tiempo. Es, simplemente, porque no logro entender absolutamente. Lo que sí sé, es que mi condición humana me limita y necesito ver para poder creer, o mínimamente sentir. Siendo todo tan complejo como me demuestra ser, ese fin tiene que serlo por ende. Tiene que ser algo tan, tan retorcido, que a una mente humana (y por el momento) se le escape.

Para saber más: www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=29893

www.elnuevoherald.com/2011/09/01/1015510/petraeus-cuelga-su-…

No hay comentarios:

Publicar un comentario