sábado, 12 de noviembre de 2011

...A menos que nos creamos verdaderamente capaces de perfeccionarnos

El único problema que le encontré anoche a la perfección fue su incapacidad para entender que no tiene por qué existir. Al fin y al cabo, es una palabra más que hemos ideado, definido y categorizado para lograr un mejor entendimiento, pero nadie sabe en realidad -como pasa con muchas otras palabras- lo que es la perfección.
Podemos nombrar o considerar algo como perfecto y sin embargo, si tuviésemos oportunidad de preguntarle directamente a ese algo, podría no creer ser tan perfecto.

El error que cometió la perfección fue no darse cuenta de que lo que la hacía perfecta era un adjetivo dicho por alguien imperfecto.

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