jueves, 5 de enero de 2012

El mayor bien es pequeño

Sabemos que en la Naturaleza, absolutamente nada es Cierto ni Incerto. A veces, echar el ancla en una opción nos limita pero no lo apreciamos(aunque sea la opinión mayoritariamente aceptada) a sabiendas de que es imposible que una ÚNICA opción lo revele TODO. La siguiente, No es una reflexión destructiva, ni mucho menos. Al revés más bien. Hoy pretendo explicar lo que he meditado a lo largo de este largo día.

Imaginemos que el cosmos es habitado por diversos tipos de vida. Diversos, múltiples, casi inimaginables a priori. Tan variopintos, curiosos y apasionantes como los que encontramos en nuestro propio Planeta. Vida, en sus diversas formas y manifestaciones. Así, tal y como aquí investigamos los fenómenos naturales -los llamamos 'reales'- y convivimos con seres que habitán esta y otras dimensiones, en todos los demás lugares del universo podría suceder lo mismo, hasta incluso, a niveles ínfimos no comprendidos. Hoy hablamos de la Vida, el mayor de los bienes conscientes.
A mi parecer, es un error considerar que LA VIDA (biológicamente hablando) la conformen los seres que cumplan unas determinadas normas vitales que son las que la Biología actual considera oportunas para sustentar la base del florecimiento de la vida en la Tierra. Los requisitos a cumplir para ser considerado vivo:
-Auto-regularse y retro-alimentarse con el medio ambiente.
-Auto-regular sus procesos y el ambiente internos
-Reconocer y responder ante estímulos
-Ordenarse en entropía / evolucionar.
-Nacer de otro ser vivo.
-Reproducirse.

Todas las células que nos conforman cumplen los requisitos de la vida, por lo cual, nosotros podemos asegurar que estamos vivos. Cualquier ser que se califique como tal, debe considerar e incluir estos requisitos. Sin embargo, explicar el surgimiento de la vida desde algo que nunca estuvo vivo, atenta directamente contra uno de esos mismos principios -y a los demás, por ende-. Decir que la vida se originó por la simbiosis de organismos eucariotas y quimiosintéticos (la única manera que se ocurrió a los científicos de poder llenar la Tierra de Oxígeno para hacerla habitable y crear una atmósfera propicia), es decir, microorganismos no-vivos, es partir de una mala base para certificar tales postulados. Aun así, de ser estos los criteros a seguir para certificar la vida, y como ejemplo para pararse a pensar, ¿qué nos hace pensar que la Tierra no es también VIDA? Su comportamiento es similar al de cualquier célula de nuestro organismo puesto que se regula, responde a estímulos, se re-ordena periódicamente y evoluciona. Es más, se relaciona con el medio (interior y exterior), tiene unos complicados -y hasta hoy día, inexplicables- procesos internos de equilibrio, corrientes de convección, creación y destrucción del relieve exterior, regula la orogénesis, los océanos, su campo magnético le otorga un increíble poder acomodador en el Universo, regula la salinidad marina atuomáticamente, se oxigena (respira) ... Y lo más importante, mantiene y propicia el resto de la vida.
Sólo por que no sabemos cómo nació o de dónde pudo provenir, cesamos en el empeño de creerla con vida. En cuanto a la reproducción, nosotros somos tan jóvenes y tan inexpertos en nuestro propio Planeta, que desconocemos si esto pudiera suceder. Nisiquiera viviremos para conocerlo, caso de que el planeta se reproduzca en un ciclo más largo que el que nosotros abarquemos como especie sobre él.
¿Y los virus? Suponen otra excepción científica al caso expuesto de lo que es y lo que no es la vida. Ni siquiera los propios científicos pueden ponerse de acuerdo al respecto...

Y entonces, ¿sabemos lo que es la VIDA?
¿Y qué es Vivir?

¿Qué sabemos? Bien. No tengo respuesta. Pero sé que no sabemos nada. Esto no es nuevo, ya lo venía vaticinando Descartes tiempo ha. Sé que no puedo asegurar que TODO sea mentira (temiendo que lo que he estudiado, leído y aprendido probablemente lo sea), pero sí que puedo presuponer que haya otras verdades. Hay tantas verdades como espectadores la perciben. No necesitamos la física cuántica para ello. De verdad. Lo cierto es que por nuestra capacidad tan diferente de percibir la realidad, la verdad es inherente depende y cambia con quien la percibe.

Y hablando de todo un poco, hay Instituciones que nos ayudan a descifrar estas dudas; sabemos que la NASA no es un organismo que nos sirva a nosotros, sino que trabaja para la élite: se ocupa más de complacer a los intereses de éstos seres enfermos, locos, irrefrenablemente ambiciosos. Por tanto, son quienes tienen el control que se arroja sobre los datos acerca del origen de la Vida. Al fin y al cabo, es exactamente lo mismo que sucede a todos los niveles.
Todas estas explicaciones son rigurosamente verdaderas por el hecho de ser ''científicas''. Recordamos que la CIENCIA parte del famoso Principio de Incertidumbre, en el cual, como no sé nada, tengo que inventar un principio, que, a mi entender y a mi percepción, les parece cierto. Ahora, transformar eso en dogma, en fe ciega y adoctrinar con ello a generaciones y generaciones, es crear el Estado de Malestar que nos acompañará en la vida.
La ciencia no es un dogma. He dicho.

Me da la impresión de que la humanidad no comprende la magnitud y la gravedad del problema que esto trae consigo. Vaya, yo tampoco lo entiendo en realidad. Pero siento que no estoy aquí para plantearme hoy eso. Hoy estoy yendo un poquito más allá, sin dejar de pensar qué puedo hacer para ayudarme, al menos, y si servirá de alguna manera.


El problema de la ciencia, desde siempre, ha sido pretender poner nombre a lo que ya existe, experimentar con lo que ya es de por sí “naturalmente perfecto” y catalogar lo que no necesita de otros nombres. A los científicos de alto standing se les suele encumbrar como si fueran sobrehumanos, de un tipo diferente al común de los mortales y muy por encima del común de los mortales. Y de ahí la idea: cuanto más reconocido sea alguien, peor.
Esto es casi parecido a el polvo recogido de varios meses debajo del tapete de casa, alguien lo destapa y la mayoria dice ” YO NO SABIA QUE ESTO SE ESCONDIA AQUI”. Si nos mienten en cosas terrenales tales como las guerras (Irak, Afganistan, Libia…etc) terrorismo (Bin Laden, 11S, 11M…etc) enfermedades (cáncer, sida…etc)...cualquier otra cosa no me parecería rara. ¿Por qué no engañar a todo el mundo desde su infancia, contarles cuentos malditos como estos para envenar su imaginación, desinhibir sus instintos vitales con la comida y anular nuestras capacidades -increíbles, seguro- con pasatiempos?


La desinformacion es grande, la malinterpretación mayor, el entendimiento nulo y yo también siento mermar mis capacidades a cada día que vivo. No saco nada en claro. No. Hoy tampoco.

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