viernes, 27 de enero de 2012

Las Reglas del Inconsciente

No olvides que es imposible que lo que te esté ocurriendo sea por accidente. Simplemente podrías decir, “este es el momento en el que elijo despertar”, y eso será verdad y siempre habrá sido verdad.

Cada persona desarrolla unos códigos y unas reacciones (preescritas) individuales y propias. Por lo tanto, cada inconsciente es diferente, múltiple, cambiante, y no sólo eso, es anecdótico. Cada inconsciente lo sabe todo, y guarda información eterna a lo largo de nuestra vida, añadiénosela a la información previamente recibida de otras.

Si las cosas que suceden, tienen siempre un por qué y un para qué, es importante que nos lo planteemos a menudo, ya que sucede que muchas veces quieres cambiar cosas de ti, pero tu cerebro parece que no entiende cuáles son tus expectativas. Existen los conflictos reales y los conflictos simbólicos. Debido a nuestra evolución, racionalmente damos órdenes a nuestro incosnciente, pero es como si existiera una gran distancia entre lo que quieres y lo que consigues. Existen ocho reglas fundamentales que el cerebro cumple escrupulosamente y que tenemos que tener en cuenta a la hora de entendernos, y lo que es más, de producir un cambio.



- Por él, no somos capaces de diferenciar entre las cosas que pasan y las cosas que creemos que pasan. Si vivimos esas emociones y activamos ciertos códigos irreales, generamos unas respuestas genéricas que no tienen por qué ser las más adecuadas a la situación que acontece. Un síntoma inducido (o falso) emocionalmente, si persiste lo suficiente, tiende a causar cambios orgánicos.
Nuestras propias interpretaciones nos generan respuestas biológicas, que pueden derivar en enfermedades de tipo patológico.

No te resistas al mal, pero tampoco al bien. No es tan malo hasta que no lo ves como malo. Igual sucede con lo bueno.

- Todo pensamiento o idea produce una reacción a nivel físico, en nuestro organismo. Todos los pensamientos afectan a todas las funciones del organismo. Los pensamientos de preocupación desencadenan cambios en el estómago, que a la larga pueden derivar en úlceras. Los pensamientos de ira aumentan el nivel de adrenalina a la sangre, produciendo diversos cambios en el cuerpo, etc. Al igual que cuando un animal se asusta o se siente intimidado por su depredador, reacciona mental -y orgánicamente- desarrollando unas peculiaridades físicas que cesan cuando cesa su situación de alerta. Por ejemlo, la oxigenación de la sangre al aumentar la frecuencia cardíaca. Cuando esta cantidad exagerada de oxígeno deja de ser necesaria, se activan los elementos necesarios para reestablecer el equilibrio original.
Los pensamientos de ansiedad y miedo aumentan la rapidez del pulso. Todas las ideas que tienen un fuerte contenido emocional, casi siempre alcanzan el inconsciente. La mente y los sentimientos poseen un vínculo curioso y especial. Una vez aceptadas, éstas ideas continúan produciendo la misma reacción corporal una y otra vez. Es necesario, por lo tanto, romper ese círculo incesante si no queremos caer una y otra vez en las mismas respuestas psicofisiológicas.

El Universo es Perfecto. La Naturaleza no hace nada de más, ni de menos. Todo en su justa medida, funcionando a la perfección para nosotros. Después de todo, las enfermedades, nos sanan.

- Lo que se espera tiende a hacerse realidad. El cerebro y el sistema nervioso responden a imágenes mentales (recuerdos emocionales de los que guardamos momentos), ya sean imágenes internas o externas. Las imágenes formadas se convierten en pautas fijas y el inconsciente utiliza todos los medios de que dispone para llevar a cabo su plan. Es decir, nos preocupamos en exceso creando sentimientos que a su vez, general emociones que se reflejan en nuestro organismo (resentimiento): aquello que no se expresa, se guarda. Preocuparse es una forma de programar respuestas físicas que no deseamos y el inconsciente actúa para que se cumpla la situación representada en las imágenes. “Las cosas que temía han acabado por sucederme”.

Muchas personas padecen ansiedad crónica, que es simplemente una expectativa mental inconsciente de que va a ocurrir algo terrible. Por otra parte, todos conocemos personas que parecen tener una magia especial. Parece que la vida les colma de bendiciones sin motivo aparente. De ellos decimos que tienen suerte. Lo que parece buena suerte es en realidad expectativa mental positiva, una honda convicción de que ellos merecen que todo les salga bien. Quizá no sea una opción políticamente correcta, pero es la propia.

Nos convertimos en lo que pensamos. Nuestra salud física depende en gran medida de nuestra expectativa mental. Los médicos reconocen que si un paciente espera seguir enfermo, lisiado, paralizado, desvalido o incluso morir, tiende a hacerse realidad la situación esperada.

- Al tratar con tu mente o con la otra persona a menudo descubrimos que nuestra imaginación se vuelve más poderosa que el conocimiento. Este es el motivo por el que ciertas personas se precipitan a ciegas hacia situaciones irracionales o a cometer actos criminales, desarollar personalidades agresivas, etc.
A menudo estamos ciegos ante nuestras propias supersticiones, prejuicios o creencias irracionales. Las ideas que contienen una fuerte emoción, como la ira, el odio, el amor, nuestras creencias políticas o religiosas... son difíciles de modificar mediante el uso de la razón.

La imaginación anula con facilidad al razonamiento. La imaginación es propia, individual, mágica. Personal y distintiva. En ella, lo que queramos que sea, será. Sin lugar a dudas; no habrá más por qués sin contestar que los que nos queramos plantear.

- Se pueden almacenar muchas ideas, no todas resultarán conscientes, pero tenemos gran facilidad para asimilarlas y memorizarlas. La regla hace referencia al reconocimiento de una idea por la mente consciente. Muchas personas intentan obtener ideas opuestas simultáneamente. Un hombre podría creer en la honestidad y esperar que sus hijos sean honestos, y no obstante, embarcarse en prácticas deshonestas. Puede intentar justificar sus actos diciendo, “Todos mis competidores lo hacen, es una práctica “aceptada”. Sin embargo, no puede eludir la tensión y su efecto sobre el sistema nervioso, originada por sostener ideas opuestas. De igual manera que cuando nos enfrentamos a una situación muy dura o angustiosa, y se nos genera una emoción que nos desborda. En ocasiones, nos enfadamos incluso con nosotros mismos ya que solemos culparnos, lo cual genera automáticamente una respuesta orgánica que nos advierte de que algún paso no se hizo como debía. Como dato curioso, no muchos ''locos'' (clínicos) tienen cáncer.

Dios (¿?) ha puesto límites a las creaciones falsas de sus hijos. Simplemente preguntate: ¿Estoy completamente sólo en el universo, reviviendo una y otra vez la existencia del miedo, dolor y muerte en mi pesadilla personal de separación? ¿Soy tal como Dios (¿?) me creó, eternamente feliz en mí, donde en realidad estoy y siempre he estado?

- Una vez que una idea ha sido aceptada por la mente inconsciente, permanece hasta que otra idea, que encontremos mejorada, la reemplaza. Esta regla va asociada a la siguiente: cuanto más tiempo permanece una idea, mayor es la resistencia a que se la reemplace por otra idea nueva. En realidad, esto es más complejo de lo que parece: tenemos una mente con un potencial limitado pero dentro de sus límites, increíble. La capacidad de albergar y desalojar ideas es infinita y constante. Deberíamos aprovechar esta capacidad que es un don que cada uno debe entender como suyo. Una vez que una idea se acepta, tiende a permanecer, y cuanto más tiempo actúa, más tiende a convertirse en una forma habitual de pensar. Así es como se forman los hábitos, buenos o malos. Tenemos pautas de pensamiento y acción.

Toda acción va precedida de un pensamiento. Para modificar nuestras acciones, tenemos que cambiar nuestros pensamientos. Aceptamos los hechos percebidos por otros o por nosotros como verdaderos. Entendemos que el Sol sale por el este y se pone por el oeste, incluso cuando está nublado y no podemos verlo. Tenemos muchas pautas de pensamiento que son incorrectas y sin embargo se han fijado cultural e históricamente. Son verdades y punto.

- Cada sugerencia llevada a la práctica disminuye la resistencia a sucesivas sugerencias. Cuanto más tiempo dura una tendencia mental, más fácil es de seguir como se ha indicado en el punto anterior. Sin embargo, cuando se forman los hábitos en nuestro Córtex consciente, se vuelven más fáciles de seguir y más difíciles de romper. Se transforman en rutina y nos acomodamos a ello.

Abre tus sentidos, tus órganos y tu vida. Atiende a las posibilidades. Cuando el inconsciente ha aceptado una sugerencia, se hace más fácil que acepte nuevas sugerencias y las lleve a la práctica, visualiza automáticamente posibilidades que habíamos pasado por alto. En ello se basa la publicidad y el marketing.

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